El blog de Ariagona González

En Lanzarote después de Dolores vuelve la rutina, la vorágine del día a día, la realidad. Atrás quedó el periodo estival, época de descanso y de actividades distintas que nos proporcionan la fuerza y energía para enfrentar los nuevos y los viejos asuntos pendientes. También hay de los que usan el periodo estival para pasar desapercibidos, pensando que los demás estamos enfrascados en otros asuntos, se equivocan.

Oswaldo Betancort llegó al Cabildo con un compromiso firmado ante notario - emulando a Dimas Martín en sus mejores tiempos - dispuesto a resolver desde el primer momento los problemas de Lanzarote.

“La Graciosa, la isla de los 428 turistas por habitante. Ningún lugar tiene tanta presión turística como la octava isla canaria, vieja utopía perdida.” Este es el titular que el periódico el Mundo le dedicaba este verano a la isla de La Graciosa… Es curioso que, si lo anuncia el PSOE -ya lo hicimos en el mandato pasado- nos tildan de ecologistas radicales, creadores de pobreza y mantenedores de subvencionados. Ahora bien, si lo dice otro, los liberales y los defensores del cuanto más mejor empiezan a preocuparse.

 

Vivimos tiempos de incertidumbre, en los que la reciente pandemia, la guerra de Ucrania o los costes derivados de los impactos del cambio climático nos recuerdan que nada es para siempre, que la bonanza de ayer puede hacerse crisis hoy y que la etapa del derroche de los combustibles fósiles ha pasado a la historia, y con ella, un estilo de vida del que debemos despedirnos.

Ariagona González

El Cabildo de Lanzarote ha aprobado el inicio de la declaración de Bienes de Interés Cultural (BIC) de tres edificios en Arrecife, los tres situados en la Calle Real: el antiguo Hotel Oriental, el Mercadillo y el antiguo edificio Tamaragua. Lo hemos hecho en aplicación de la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, que fue aprobada por unanimidad por el Parlamento autónomo en 2019, y que obliga a los cabildos y a los ayuntamientos a proteger y conservar el patrimonio cultural.

Ariagona González

El senador nacionalista Fernando Clavijo alarma desde los titulares de prensa del peligro de “normalizar” la inclusión de las aguas del Archipiélago en la costa marroquí. Y en respuesta, yo le alerto del peligro de retorcer la realidad para adaptarla a su discurso frentista contra los Gobiernos de Canarias y de España.